La felicidad no se compra
se lleva en la sangre son
heridas que sierran corazones
que se abren.
Feliz es el que alimenta
con su sangre el perdón
le cierra la puerta a todo
rencor.
Felicidad ha conseguido el que
sabe luchar, por el bien obtenido
y desechando el mal a corazón
abierto se puede esperar, que
cierren las heridas y volver ha
empezar....
sábado, 6 de febrero de 2010
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